Cancún (“Nido de Serpientes”, en maya) surgió como parte de un plan de alcance nacional con el objetivo de desarrollar el turismo de sol y playa y diversificar los destinos de este tipo en México, ya que para esa época, finales de los 60′ del pasado siglo XX, solo Acapulco tenía proyección internacional. Y surgió en una región que literalmente estaba casi virgen, sin desarrollo alguno de la infraestructura técnica, prácticamente despoblada y sin comunicación terrestre con el resto del país, pero con unas condiciones naturales únicas para el turismo de sol y playa.
De hecho, Cancún surgió de un sueño de hombres visionarios y emprendedores que lograron hacerlo realidad, convirtiendo, de paso, una de las regiones más pobres de México en una de las más ricas en tan solo el transcurso de 20 años. Los primeros hoteles se inauguraron en 1974 y desde entonces comenzó el arribo de turistas que fue en aumento hasta alcanzar las cifras de casi 30 mil habitaciones de hotel y 4.5 millones de turistas en el año 2012, 2.5 millones de los cuales son extranjeros, lo que convierte a Cancún en el más importante destino turístico de México para el turismo internacional.
Cancún está situada en el estado de Quintana Roo, casi en el extremo noreste de la Península de Yucatán, en lo que técnicamente es una isla aunque en realidad separada de tierra firme por dos canales no muy anchos. En la isla se concentra el desarrollo hotelero y en tierra firme está la ciudad con sus áreas residenciales, áreas de servicios, centros comerciales y variedad y cantidad de centros nocturnos y restaurantes.
México posee muchos escenarios deslumbrantes para el turista, tanto naturales como históricos y culturales, pero ninguno es tan atractivo para el visitante foráneo como lo es Cancún. Esta pujante ciudad mexicana es un centro de gran importancia en el desarrollo turístico de México, posee una fuerte infraestructura hotelera (más de 150 hoteles) y de la industria del ocio que la convierten en un imán para quienes desean tener unas vacaciones plenas de sol, playa y diversión.
Cancún, es, en primerísimo lugar, un destino de sol y playa y la puerta de entrada a la Riviera Maya y el Caribe mexicano, pero también pone al alcance de quién la visita todo el esplendor del mundo maya con sus imponentes ciudadelas como Chichén Itzá o Tulum y la oportunidad excepcional para aprender sobre esta milenaria cultura, así como la posibilidad de disfrutar las cristalinas aguas y arrecifes de coral de una barrera coralina que es la segunda en importancia en el mundo, o de conocer el paisaje increíble de los cenotes y cavernas inundadas, también de cristalinas aguas, en medio de una selva tropical casi virgen.
La oferta para quienes gustan de practicar deportes acuáticos es casi infinita: buceo, cursos de buceo, certificaciones de buceo, snorkeling, pesca deportiva, paseos en lancha, buceo en cavernas, velas y un largo etcétera que cubre casi todas las preferencias en esta modalidad, incluida la experiencia única del nado con delfines, tanto para adultos como para niños, pero con el denominador común de que todos quedarán encantados.
La variedad de paisajes, entornos naturales como las selvas tropicales con su flora y fauna únicas, son atractivos turísticos tan fuertes como la agitada vida nocturna con su interminable lista de clubes, bares, discotecas y restaurantes, donde confluye el centro de la diversión en Cancún, un sitio perfecto para conocer personas de distintos lugares del planeta.
Del mismo modo, Cancún es un sitio perfecto para ir de compras en los principales centros comerciales de la ciudad, ya que las mejores y más exclusivas marcas de ropa y accesorios del mundo pueden encontrarse en su zona comercial.